Cuantas tardes se fueron
como esta que ahora tengo
callada ante mis ojos,
mientras espero, solo,
sentado en este julio
de calor y cansancio,
el ocaso en el agua,
reflejado de adioses y de orillas;
recordando otros julios
ya sin calor ni tédio,
ni cansancio, ni nada,
tan solo evocacion,
ese paisaje alado del recuerdo...
Y se fueron las tardes,
y se iran, como ahora,
las que vengan despues,
las tardes de esos dias no llegados
que llegaran, y luego
seran solo recuerdo,
por que de eso se trata
esta extensa, impasible,
imparable rutina,
pasar, sin darnos cuenta,
como pasan las tardes,
por el tiempo y la vida.