domingo, 18 de febrero de 2018

AXPAY O EL CARNAVAL DEL AMOR.


 
Viendo los desfiles del carnaval de este año en Coria y habiendo comprobado, en algún caso especial, el proceso y el trabajo de elaboración de disfraces, me surge la pregunta ¿Qué criterios se deberían seguir a la hora de conceder los premios?  Es evidente, aunque desconozco literalmente los conceptos, que el jurado suele basarse en la presentación, vistosidad y originalidad de los trajes y diseños presentados. Todo ello refleja un proceso de trabajo colectivo durante un periodo de tiempo cuyo resultado es expuesto en sociedad durante los desfiles de carnaval y al criterio de los miembros del jurado, que tienen la responsabilidad de adjudicar los premios y, en consecuencia las cantidades monetarias que ellos conllevan.
Estoy seguro que, para algunos de los grupos participantes, el premio está ya en la satisfacción de la labor realizada, en comprobar el resultado de un trabajo hecho con amor y con cariño hacia los demás. En este caso, me estoy refiriendo a la Asociación de personas con discapacidad de Coria y Comarca, AXPAY-San Ignacio de Loyola.

He tenido la satisfacción de comprobar personalmente la labor de esta Asociación en pro de las personas discapacitadas. La dedicación altruistas, basada en el mensaje cristiano, de esta agrupación, nos demuestra las extraordinarias posibilidades, en cuanto a la participación social, de la que disponen estos seres humanos con supuestas limitaciones físicas o sensoriales. Es perceptible, o por lo menos es lo que yo creo, que la sensibilidad de estas personas está, tal vez, muy por encima de las que nos solemos llamar “normales”.

Solo hay que ver las caras de satisfacción y felicidad de los chicos y chicas de AXPAY en los desfiles de carnaval. Verlos pasar transmitiendo alegría y gozo, es algo que se nos queda en la retina del corazón para siempre; y, claro, saber que hay personas que dedican altruistamente su tiempo y trabajo para conseguir la felicidad de estos seres, nos transmite una lección de amor, una intención de amor, que tal vez hoy este dormida en nuestro corazón, pero que seguro despertará a la vista de estos ejemplos de humanidad.

Por eso preguntaba yo, al principio de este artículo, sobre qué criterios deberían seguir los miembros de un jurado a la hora de conceder estos premios de carnaval; y, claro, si se atienen a lo meramente representativo, al mero escaparate, donde, por supuesto, se representa el colorido y la perfección de una labor material, que siempre es y será plausible, habrán dejado, tal vez de profundizar en el interior de otra labor para mi mucho más importante, la labor de la solidaridad social, de la entrega al prójimo, aquella que conlleva un mayor grado de felicidad por ambas partes, por que, probablemente, la verdadera felicidad solo podremos conseguirla haciendo felices a los demás.

Por ello yo pediría a los miembros del jurado que, por supuesto, puntúen la perfección, la vistosidad, la originalidad de los disfraces y el trabajo para conseguirlo, pero que puntúen también, la ilusión de una labor de entrega a los demás, el valor de un trabajo solidario, el sacrificio realizado con espíritu generoso, para hacer felices a personas sensibles y necesitadas de ayuda, cuyo rostros se llenan de sonrisas y cuyos ojos se encienden de gozo cuando ponemos algo de nuestra parte para hacerlos felices.

Esta es la labor de AXPAY, Asociación de personas con discapacidad de Coria y comarca, una labor que debería tener por parte de todos un mejor premio y un mayor reconocimiento.