Viendo los desfiles del carnaval de
este año en Coria y habiendo comprobado, en algún caso especial, el proceso y
el trabajo de elaboración de disfraces, me surge la pregunta ¿Qué criterios se
deberían seguir a la hora de conceder los premios? Es evidente, aunque desconozco literalmente
los conceptos, que el jurado suele basarse en la presentación, vistosidad y
originalidad de los trajes y diseños presentados. Todo ello refleja un proceso
de trabajo colectivo durante un periodo de tiempo cuyo resultado es expuesto en
sociedad durante los desfiles de carnaval y al criterio de los miembros del
jurado, que tienen la responsabilidad de adjudicar los premios y, en
consecuencia las cantidades monetarias que ellos conllevan.
Estoy seguro que, para algunos de los
grupos participantes, el premio está ya en la satisfacción de la labor
realizada, en comprobar el resultado de un trabajo hecho con amor y con cariño
hacia los demás. En este caso, me estoy refiriendo a la Asociación de personas
con discapacidad de Coria y Comarca, AXPAY-San Ignacio de Loyola.
He tenido la satisfacción de
comprobar personalmente la labor de esta Asociación en pro de las personas
discapacitadas. La dedicación altruistas, basada en el mensaje cristiano, de
esta agrupación, nos demuestra las extraordinarias posibilidades, en cuanto a
la participación social, de la que disponen estos seres humanos con supuestas limitaciones
físicas o sensoriales. Es perceptible, o por lo menos es lo que yo creo, que la
sensibilidad de estas personas está, tal vez, muy por encima de las que nos
solemos llamar “normales”.
Solo hay que ver las caras de
satisfacción y felicidad de los chicos y chicas de AXPAY en los desfiles de
carnaval. Verlos pasar transmitiendo alegría y gozo, es algo que se nos queda
en la retina del corazón para siempre; y, claro, saber que hay personas que
dedican altruistamente su tiempo y trabajo para conseguir la felicidad de estos
seres, nos transmite una lección de amor, una intención de amor, que tal vez
hoy este dormida en nuestro corazón, pero que seguro despertará a la vista de
estos ejemplos de humanidad.
Por eso preguntaba yo, al principio
de este artículo, sobre qué criterios deberían seguir los miembros de un jurado
a la hora de conceder estos premios de carnaval; y, claro, si se atienen a lo
meramente representativo, al mero escaparate, donde, por supuesto, se
representa el colorido y la perfección de una labor material, que siempre es y
será plausible, habrán dejado, tal vez de profundizar en el interior de otra
labor para mi mucho más importante, la labor de la solidaridad social, de la
entrega al prójimo, aquella que conlleva un mayor grado de felicidad por ambas
partes, por que, probablemente, la verdadera felicidad solo podremos
conseguirla haciendo felices a los demás.
Por ello yo pediría a los miembros
del jurado que, por supuesto, puntúen la perfección, la vistosidad, la
originalidad de los disfraces y el trabajo para conseguirlo, pero que puntúen
también, la ilusión de una labor de entrega a los demás, el valor de un trabajo
solidario, el sacrificio realizado con espíritu generoso, para hacer felices a
personas sensibles y necesitadas de ayuda, cuyo rostros se llenan de sonrisas y
cuyos ojos se encienden de gozo cuando ponemos algo de nuestra parte para
hacerlos felices.
Esta es la labor de AXPAY, Asociación
de personas con discapacidad de Coria y comarca, una labor que debería tener
por parte de todos un mejor premio y un mayor reconocimiento.